Durante la dinastía Tang, en China florecieron grandes poetas y poemas que son considerados actualmente clásicos.
Hoy exploramos un pequeño fragmento de la basta producción de Du Fu.
Considerado en su tiempo un verdadero bohemio, Du Fu recorrió casi toda China.
Fue gracias a esos viajes que pudo conocer el verdadero sufrimiento y penurias de su pueblo.
Desde temprana edad, Du Fu se destacó por sus virtudes literarias así como para algunos deportes, como la equitación.
Respecto a sus poemas, los críticos advierten una refinada sensibilidad hacia la vida, los seres queridos y las cosas comunes.
Como tantos artistas y genios, murió en la pobreza y no pudo disfrutar en vida los placeres de la fama.
Con un legado que supera los 1.400 poemas y el reconocimiento como uno los poetas sagrados, Du Fu nos invita a disfrutar de su «Alba de invierno».
Alba de invierno
Hombres y bestias del zodíaco
Una vez más contra nosotros.
Verdes botellas de vino, rojas conchas de langosta,
Todas vacías, se apilan en la mesa.
«¿Cómo olvidar a un viejo conocido?»
Y cada uno, sentado, escucha sus propios pensamientos.
Fuera, chirrían las ruedas de los carros.
En el alero los pájaros despiertan.
En otra alba de invierno, pronto,
He de enfrentarme a mis cuarenta años.
Me empujan duros, tercos instantes,
Doblado hacia la sombra larga del crepúsculo.
La vida gira y pasa, borracho fuego fatuo.
Du Fu