lágrimas

En nuestras lágrimas se encuentra la llave para conocer algunas de las enfermedades del cuerpo y de la mente.

Con el uso de nanotecnología y lágrimas humanas, un grupo de científicos avanza en el descubrimiento de enfermedades.

El descubrimiento del potencial diagnóstico de los fluidos del cuerpo allanó el camino de la medicina.

A través de las muestras de sangre y orina podemos detectar muchas de las enfermedades que nos aquejan.

Bajo la misma lógica, investigaciones recientes utilizan las lágrimas para identificar problemas oculares.

La ingeniera biomédica Fei Liu logró aislar pequeños sacos oculares que contienen información sobre la salud ocular en tiempo record.

Los sacos obtenidos se conocen como exosomas y se forman dentro de las células.

Utilizando membranas nanoporosas en movimiento, los exosomas quedan listos para funcionar como marcadores.

En un lapso de 5 minutos y gracias a la tecnología iTears, el diagnóstico, que normalmente dura horas, fluye.

Con este significativo avance, los investigadores vislumbran un futuro prometedor en el estudio de las lágrimas.

Aunque son los ojos los más beneficiados con el estudio, en las lágrimas se pueden descubrir otras enfermedades.

En un futuro no muy lejano, el llanto nos dirá si hay rastros depresivos, de estrés, parkinson, cáncer o de alguna enfermedad degenerativa.

Se espera que con una simple gota, el paciente pueda, por ejemplo, controlar el avance de la diabetes.