cápsula Mundi

Existe en el mercado una opción funeraria ecológica que promete la creación de vida aún después de la muerte.

La cápsula Mundi es un ataúd biodegradable elaborado a base de almidones recolectados de plantas.

Tiene forma de huevo, la forma más enigmática y arcaica que acompaña al ser humano, en donde se colocan el cuerpo.

Esta idea pertenece Raoul Bretzel y Anna Citelli, ambos diseñadores radicados en Italia.

La propuesta ganó diversos premios y fue presentada en el Museo Smitsonian de Washington con gran éxito.

Cápsula Mundi se inscribe dentro de las opciones de entierros orgánicos cuyo objetivo es favorecer el cuidado del medioambiente.

El bioplástico de almidón, material que da forma al huevo, se desintegra junto al cuerpo que contiene después de que ingresa a la tierra.

Al sustituir la cápsula por un ataúd convencional, la tala de árboles disminuyen y se reduce la contaminación por cremaciones.

Cuando lanzaron el proyecto, sus creadores nunca imaginaron el alto nivel de aceptación que tuvo. El número de personas que están dispuestas a convertirse en compost es enorme. Un árbol tarda entre 10 y 40 años en crecer por lo que prescindir de ellos en el rubro funerario redunda en proteger al medioambiente.

Además, el sistema de la cápsula supone también sembrar un nuevo árbol por cada persona fallecida.

Dentro del huevo, el cuerpo se coloca en posición fetal y posteriormente se coloca bajo tierra.

Antes de comprar este producto, es necesario conocer la legislación que rige en cada país sobre los enterramientos de personas.