Te contamos los consejos fundamentales que debes seguir para empezar el huerto urbano y cosechar tus propios productos orgánicos.
Empezar una huerta puede ser un desafío que puedes sortear con éxito si aplicas algunos puntos clave.
El primero y fundamental es el impulso a iniciar que seguramente lo has dado si es que estás leyendo este artículo.
El segundo es encontrar un pequeño rincón en casa.
Es importante saber que si el espacio en tierra no existe, habrá que construir alguno de manera creativa.
Sobre una mesa vieja, en la pared, en la azotea, dentro de cajones de verdura o de cualquier maceta.
El tercero es germinar las semillas antes de ponerlas en tierra.
Siguiendo este consejo te ahorrarás la ansiedad de la espera por saber si la semilla crecerá.
El cuarto es empezar con pocas plantas y muy importante, de vegetales que consumes normalmente.
Utiliza un acolchado (mulch) para la tierra (sustrato) que puede ser de hojas secas, paja, aserrín o restos de césped seco.
Al usar los acolchados, la tierra conserva por más tiempo la humedad y en consecuencia, ahorras agua.
Busca información general sobre los vegetales que elegiste parea sembrar.
Algunos datos importantes a saber son: temporada de siembra, tipo de riego, cantidad de sol requerida y tiempo de cosecha.
La huerta es una espacie de laboratorio en el que se aprende a través de los errores.
Es por eso que vale la pena disfrutar los pequeños logros.
Celebra cada brote nuevo y maravilláte con las flores que invitarán a todos los polinizadores a tu huerta.
Siembra aromáticas como romero, salvia, orégano, menta, tomillo para alejar las plagas.
Si te gusta la aventura, prepara tu propio compost y el sustrato que usarás en la huerta.
También puedes crear un sistema de riego por goteo o solar pero si el espacio es pequeño, el método manual funciona.
Recorre el huerto, si es posible, todos los días.
Esa es la única forma en descubrir si alguna plaga invade las plantas, si falta o sobra agua, etc.
Si te animas al huerto urbano, no te pierdas el próximo artículo.
