Durante la jornada del jueves, se llevó a cabo la primera reunión de la comisión de juicio político en la Cámara de Diputados, en la cual se trabajó sobre la propuesta del Frente de Todos de enjuiciar a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Tal y como era de esperar, la reunión estuvo plagada de chicanas y fuego cruzado entre el oficialismo y los diputados opositores, con estos últimos haciendo uso liberal de los términos «puesta en escena» y «circo» para referirse al proyecto del FdT.
Si bien la coalición oficialista cuenta con la mayoría simple necesaria (16 de 31 miembros) para abrir el sumario contra los cortesanos, lo único que haría prosperar el pedido de Alberto Fernández en la Cámara Baja sería un milagro dados dos factores: La falta de los dos tercios necesarios para que el proyecto se vote en sesión y la ausencia de los diputados de Juntos por el Cambio, quienes ya habían anunciado que no darían quórum.
¿Circo? Sí, circo.
Volviendo a la comisión, todo el arco opositor aprovechó la instancia para denunciar la «puesta en escena».
Tal fue el caso del Vicepresidente de la Cámara, Omar de Marchi (PRO), quien aseveró que la agenda del Ejecutivo Nacional -y por extensión al FdT- «tiene que ver con intervenir y manipular» al Poder Judicial.
Otro de los denunciantes fue el diputado de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, quien mencionó que JxC tiene como objetivo «defender la independencia judicial» frente a la arremetida del bloque oficialista.
La Izquierda, siempre oportuna, también aplicó críticas: Myriam Bregman le restó importancia al asunto al mencionar que a los dos bloques «les conviene estar discutiendo este tema y no sobre los grandes problemas económicos» del país. Y para no quedar en off side, resolvió después agregar que «hay grandes motivos para cuestionar a la Corte».
En tanto, el oficialista Leopoldo Moreau remarcó que «hay que poner fin a este procedimiento mafioso del que forma parte la Corte».
¿Y de qué se trataba esto, entonces?
Previo a que se llevara a cabo la comisión, el oficialismo venía llevando a cabo una larga batalla contra la Corte Suprema a raíz de 4 situaciones puntuales:
- El favorecimiento a JxC y en detrimento del FdT -por medio de un fallo- en el armado del Consejo de la Magistratura.
- La filtración de chats de distintos jueces, fiscales y empresarios, quienes viajaron a Lago Escondido e intentaron encubrir la situación.
- La filtración de chats entre el vocero de Horacio Rosatti, Silvio Robles, y el ministro de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro.
- Más recientemente, el fallo de la Corte donde se obliga a Nación a devolver los fondos coparticipables restados a CABA durante el 2020, en perjuicio del resto de las provincias.
Cabe destacar que aún así estos no son la totalidad de los hechos por los cuales se denuncia a los miembros del máximo tribunal nacional. Concretamente, sobre los cortesanos pesan 4 pedidos de juicio político: Uno es por los chats entre Robles y D’Alessandro, otro es por el conflicto de los fondos coparticipables; después se encuentra el asunto del Consejo de la Magistratura, y finalmente está una acusación en torno al fallo ‘dos por uno’ que benefició a represores.
