Huerta

Si estás pensando en armar una huerta justo cuando comienza el otoño, esta información está diseñada para vos.

Cuando las altas temperaturas desaparecen para dar paso a los primeros fríos, nada mejor que empezar una huerta en casa.

Si eres el tipo de persona que tiene experiencia de siembra, también tenemos algunos tips que te pueden interesar.

El otoño, como el resto de las estaciones, aporta a la huerta una serie de beneficios que debemos aprovechar al máximo.

Junto con el invierno, el otoño aporta suficiente templanza a la tierra tras el incansable trabajo realizado durante la primavera y el verano.

Este es el momento indicado para sembrar plantas que aporten al suelo los nutrientes que durante el verano perdió.

Además de los acolchados de hojas, pasto seco o cualquier tipo de cobertura vegetal, se recomienda aportar humus de lombriz, compost y nutrientes a las áreas de cultivo.

También es bueno espaciar los riegos para evitar encharcamientos y la posterior aparición de los indeseados hongos.

Durante el otoño se pueden sembrar rabanitos, coles, verduras de hoja y flores que toleren el frío.

A medida que se acerca el invierno, los momentos de luz disminuyen al igual que el crecimiento de las plantas. Todo crece más lento, dando pie a un período que invita a la contemplación de la creación misma de la naturaleza.

Para quienes dudan empezar una huerta en otoño, deben saber que existe una lista enorme de verduras y hortalizas que crecen sanas y en abundancia cuando el sol disminuye su fuerza.

Este es el momento ideal para despedirnos de las plantas de tomate enfermas y de todas aquellas que no resisten las bajas temperaturas.

Si tu huerto crecen en macetas, aprovecha para mejorar el sustrato y sustituir las plantas secas por nuevos cultivos.

Qué sembrar en otoño

Entre las especies vegetales que podemos sembrar en esta temporada del año se encuentran:

Acelga, achicoria, ajo, alcaucil, apio, arveja, cebolla, cebolla de verdeo, cilantro, espinaca, habas, hinojo, lechuga, perejil, puerro, rabanito, remolacha, rúcula y zanahoria.

Tampoco podemos olvidar incluir a las aromáticas y a las flores que servirán de refugio para las abejas y para el resto de los insectos que visitan nuestra huerta.

Otro consejo que rescatamos de la permacultura es el poder y la experiencia que aporta la observación. Una huerta es como una familia en donde el huertero, como integrante de la misma, conoce lo que mejor funciona dentro del ecosistema que lo rodea.

Es gracias a la observación que podemos aprender a conocer las plagas que atacan nuestros cultivos y cómo combatirlas sin recurrir al exterminio.

Esperamos que te animes a comenzar con la huerta y que el otoño te aporte ese último empujoncito que necesitas.