En medio de una situación de crisis económica, son muchas las familias cordobesas y de provincias aledañas que buscan pasar el verano en Córdoba y de una forma económica, aunque las quejas por el cobro de tasas en los balnearios del interior vienen creciendo con cada temporada que pasa.
Tal es el caso de Villa Yacanto, Municipalidad que se vio envuelta en la polémica tras imponer el cobro de un impuesto bajo el nombre de ‘ecotasa’.
Dicho tributo se cobra a los turistas que quieren acceder al balneario de la zona de El Durazno, que cuenta con bellos paisajes serranos y cuyas aguas cristalinas son una vista cada vez más rara en una provincia de ríos cada vez más contaminados.
El monto en cuestión es de 5.000 pesos por vehículo, y de acuerdo al Intendente Fernando Moiso, el cobro se utiliza para financiar y sostener los servicios que se brindan en el lugar, tales como la construcción y mantenimiento de baños públicos.
En diálogo con Radio Universidad, Moiso remarcó que el cobro habilita la limpieza de la costanera, la presencia de guardavidas, personal de seguridad, informantes turísticos y servicios de emergencia.
Y sobre esa línea aclaró que si bien el impuesto está respaldado por una ordenanza municipal, el pago del mismo está relegado totalmente a la voluntad del turista: «si alguien se niega a realizar el pago, se lo deja pasar igual».
Cabe destacar que en varias ciudades del interior provincial los municipios cobran el paso a turistas en los balnearios, y en algunos casos también a los residentes.
Este tipo de situaciones generó una polémica en las primeras semanas de la temporada de verano, cuyo resultado directo fue el récord de turistas argentinos en países vecinos como Brasil y el vaciamiento de las playas y balnearios locales.
Entre los turistas se empezó a fomentar el viaje a países vecinos dada la gran diferencia de costos. Paradójicamente, en plena crisis económica al turista argentino le conviene más veranear en otro país que realizar el ‘turismo gasolero’ de otras épocas. El cobro de tasas adicionales por parte de los municipios, en vez de ayudar a la economía local, pareciera haberla fulminado.