El gobierno de Egipto activó un protocolo de seguridad que incluye el blindaje de su frontera con Gaza.
Las fuerzas militares de Egipto custodian la valla fronteriza que divide al país con la Franja. La decisión surge como respuesta al avance militar ofensivo israelí contra el pueblo palestino.
Tanto el refuerzo de la frontera como el ataque generaron un fuerte reclamo internacional para terminar con la masacre.
De acuerdo a los informes recientes, las fuerzas israelitas desembarcaron en el último lugar seguro para los refugiados. En Rafah, la ciudad ubicada al sur de la Franja, aloja más de 1,5 millones de civiles que huyen de los bombardeos.
Tras el desembarco en Rafah, Israel pretende rescatar prisioneros y exterminar a los seguidores de Hamas.
En el mientras tanto, las promesas para desalojar a los inocentes terminaron en simples palabras que chocan con la triste realidad.
Las cifras extraoficiales indican que decenas de vidas se perdieron en el último rescate.
A la creciente lista de preguntas sin respuesta contra quienes consideran que estamos frente a un genocidio se suman tres que se repiten: ¿Cuánto más se extenderá el conflicto? ¿Cuántos muertos son suficientes para apaciguar la sed de venganza? y ¿A dónde escaparan los refugiados ahora que la frontera con Egipto está cerrada?
La tensión que se produce en Medio Oriente se retroalimenta con las decisiones y desacuerdos que ocurren en Europa y Estados Unidos.
Entre los aliados de Israel, la economía empezó a causar fracturas de pensamiento. Cómo pasa con Ucrania, la pasión por el conflicto terminará cuando los números lo indiquen.
