La escalada del conflicto entre Israel y Palestina resucita el temor del inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Desde Oriente llegan los ecos de una de las peores noticias que afecta al mundo entero.
Existen indicios que avizoran la cercanía del abismo que conduce al inicio de la Tercera Guerra Mundial.
El hilo que sujeta la esperanza de un acuerdo de paz entre Israel y Palestina está a punto de romperse.
Ambos países guardan viejos rencores por la ocupación, el terrorismo, la violencia y la intolerancia.
Mientras los mísiles cosechan vidas inocentes, las dudas sobre un armado externo del conflicto crecen.
Las voces que denuncian el traslado de la lucha entre Oriente y Occidente al estallido en la Franja de Gaza crecen.
Para los analistas políticos, la batalla excede los desacuerdos religiosos y límitrofes entre Israel y Palestina.
Algunos aventuran a pensar que tanto Estados Unidos como Rusia, China y varios países de Europa obtienen beneficio del conflicto.
En el mismo análisis se incluye la poderosa adhesión de Irán al pueblo palestino en las últimas horas.
Irán izó la bandera negra en su mezquita sagrada en lo que se denominó como el «Miércoles de la ira».
El significado de esta bandera es tan claro y profundo que hace temblar a sus adversarios. Esta bandera es una declaración de guerra que incluye una despiadada venganza.
Junto a la bandera negra, Irán empezó a mover una de sus mejores fichas: el petróleo. A partir de ahora, el gobierno castigará a Israel y a quienes lo apoyan con restricciones de acceso al petróleo.
Esta decisión tendrá un impacto negativo en una economía globalizada que está a punto de morir. En consecuencia, el conflicto entre dos países se hará sentir en cada rincón del planeta, acarreando hambre y conflictos.
