footgolf

Desde el viejo continente nos llega el footgolf, un nuevo deporte que en pocos años se convirtió en una tendencia global.

En 2009 apareció en Holanda la propuesta de combinar lo mejor del football con el golf en una sola disciplina.

Fue así como arrancó el footgolf, una fusión deportiva que ahora se practica en 30 países.

Gracias a las redes sociales, los deportes combinados se han convertido rápidamente en tendencias.

Ejemplos parecidos lo encontramos en el bossaball y en el snookball, dos propuestas reversionadas del voley y el pool.

Para jugar el football, los jugadores deben patear una pelota número 5 dentro de un campo de golf de 9 ó 18 hoyos.

Dado que la pelota es más grande, los hoyos de la cancha de golf se expanden hasta alcanzar los 52 centímetros.

Se puede jugar de manera individual o en equipos de hasta tres jugadores que siguen las mismas normas del golf.

La única diferencia es que en lugar de palos de golf, los deportistas utilizan sus piernas para embocar la pelota.

Aunque parece simple, este deporte requiere un alto grado de precisión de los participantes.

Para ganar el partido, la pelota debe ingresar al hoyo con el menor número de golpes.

Desde su aparición, el footgolf se replicó en distintos países, adaptando las canchas de golf a las nuevas necesidades.

Además de ayudar a la salud, las ventajas de practicarlo abarcan también a los dueños de las canchas.

El golf, como otros tantos deportes, se encuentra dentro de una etapa decadente por lo que ahora renace con nueva fuerza.

En Argentina arrancó en 2010 con una asociación propia y una destacada performance de los jugadores.