Tomates

Con el inicio de la primavera, la huerta se convierte en una verdadera explosión de aromas, colores y sabores.

En el hemisferio sur apareció por fin la esperada primavera que nos permite sembrar casi de todo.

Para quienes nos gusta cultivar nuestros propios alimentos, es el momento ideal para empezar una huerta.

En primavera, al igual que en el verano, la producción de alimentos en la huerta alcanza su punto máximo.

La llegada de las altas cálidas también favorece la aparición de flores, hierbas silvestres e insectos.

Durante la primavera se puede sembrar casi de todo pero lo que mejor crecen es:

Tomate
Berenjena
Maíz
Zapallo
Pepino
Sandía
Melón
Porotos
Cebollas
Rabanitos
Zapallitos
Calabazas
Esponja vegetal
Papa
Batata

También podemos continuar con los cultivos de hoja, como es el caso de las lechugas o de las acelgas pero se tendrá que evitar el sol intenso.

Esta es la época en que aparecerán las plagas con mayor frecuencia.

Para preparar las zonas de siembra, se recomienda aportar a la tierra un poco de compost o de humus de lombriz.

Conforme aumenten las temperaturas, conviene incrementar los riegos.

Otro detalle fundamental es acolchar los espacios sin cultivar. Usar hojas, chips de madera, paja o restos de poda secos evita la erosión del suelo y retener la humedad.

Aunque te parezca mentira, la observación es un buen hábito que te evitará dolores de cabeza.

Es por eso que debes estar al pendiente de cada planta como lo harías con los integrantes de tu familia.

Los cultivos, como cualquier ser vivo, comen, crecen, se enferman, y mueren.

Pero mientras el ciclo de la vida se completa, la huerta nos regala comida y una sensación de bienestar que no tiene precio.