Una pareja de una aldea ubicada al este de Burdeos, en Francia, debe desalojar las ranas de su propiedad por ruidos molestos.
El controvertido fallo ocurrió una pequeña localidad ubicada en Francia.
La historia comienza diez años atrás cuando un vecino presentó una demanda contra los dueños de una propiedad.
Michael y Annie Pécherase son los demandados que por orden del juez deben drenar el estanque habitado por ranas.
De acuerdo a la versión del afectado, las ranas producen una cacofonía que alcanza los 63 decibeles.
En contra parte, grupos ambientalistas aseguran que el fallo atenta contra la vida distintas especies.
Se estima que en el lago habitan por lo menos seis especies de rañas protegidas.
Los batracios identificados en el lago se encuentran en la lista de animales protegidos asentada en la Asociación Cistude Nature.
El inicio del conflicto arrancó en 2012 cuando Jean-Lois Malfione presentó la primera denuncia.
En esa ocasión se apoyó en los vecinos que atestiguaron los molestos ruidos de las ranas.
Paradógicamente, los demandados aseguran que nunca recibieron quejas del afectado.
Por el contrario, en cierta ocasión se presentó en el lugar para felicitar a la familia Pécherase por la creación del lago.
Durante todo el tiempo que lleva el conflicto, distintos grupos intentaron rescatar a las ranas sin éxito alguno.
Sin embargo, la orden del juez sigue su curso para que el plazo de los 90 días para drenar el espejo de agua.