Las bacterias ingresaron a la extensa lista de extinciones que la humanidad escribe todos los días con sus acciones.
Pese a la mala fama que pesa en contra de las bacterias, la ciencia puso en marcha un plan para protegerlas.
Una bacteria es un organismo unicelular que causa infecciones y enfermedades, algunas graves, a los seres vivos.
Sin embargo, también se encargan de producir antibióticos y de proteger a los humanos de algnas afecciones.
Un ejemplo más claro de su vital importancia es la compleja tarea que realizan los billones de bacterias en los intestinos.
La microbiota intestinal, conocida también como flora bacteriana, es un un conjunto de microorganismos que habitan en el ser humano.
Se estima que dentro de la flora intestinal viven alrededor de dos mil especies bacterianas diferentes. Del total, solamente cien tienen la potencialidad de perjudicar al cuerpo.
Por ese motivo, un grupo de científicos crearon un ambicioso plan cuyo objetivo es preservar la mayor cantidad de microbios.
El banco mundial de heces es una bóveda ubicada en Suiza que aloja algunos de los ejemplares en extinción.
La iniciativa cuenta con el apoyo de científicos que pertenecen a distintas universidades del mundo.
Además de ser una especie de museo vivo, el objetivo es descubrir algunas aplicaciones prácticas de las bacterias.
Una experiencia similar que sirvió de inspiración al proyecto la encontramos en Noruega. Ahí funciona el exitoso banco mundial de semillas, un reservorio seguro de alimentos en forma de semilla.
La Bóveda Microbiota se encuentra en su fase piloto pero se espera que obtenga los mismos logros que el banco de semillas.
Como dato alentador, los científicos descubrieron que algunos grupos sociales poseen una variada flora intestinal. Con estas muestras recolectadas, la lucha contra la desaparición de bacterias se fortalece.
