Durante la jornada del jueves, distintos legisladores y dirigentes del arco opositor (particularmente aquellos de la UCR y el PRO) se expresaron en contra del proyecto de eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Si bien el proyecto en cuestión prevé un beneficio de 22.500 millones de pesos tras la eliminación de las PASO el año próximo, desde el radicalismo y el PRO se intenta buscar argumentos para que dicha instancia continúe de pie.
En redes sociales, Facundo Manes y Mario Negri hicieron público su descontento con la iniciativa.
Manes, diputado nacional del radicalismo, tachó al proyecto como «un atropello institucional, un atajo político y una cortina de humo».
Asimismo, citó una entrevista suya en Radio Continental expresándose a favor de las PASO:
«Estoy de acuerdo con las PASO, estoy en contra de sacarlas. Me parece horrible y un error que cambien las reglas de juego.»
Facundo Manes – Diputado nacional por la Unión Cívica Radical
En tanto, Mario Negri -fiel a su estilo- aseveró en twitter que el proyecto es un intento del Frente de Todos para obtener algún tipo de ventaja política en los comicios del año próximo:
«Cuatro aliados del kirchnerismo presentaron finalmente el proyecto para que no haya PASO. Saben que se les viene una paliza en las urnas y reaccionan yendo en contra de los derechos de la ciudadanía.»
Mario Negri – Diputado nacional por la UCR
Cabe destacar que en ambos casos, se tratan de figuras que -curiosamente- se beneficiaron en gran medida de las PASO para dirimir las internas de su partido: Negri cuando disputó las elecciones contra el binomio Juez-De Loredo (batalla que perdió espectacularmente, dicho sea de paso); y Manes con su proyecto ‘anti halcones’ que ha sembrado muchos enemigos hacia dentro de Juntos por el Cambio.
Negri, por su parte, alega que el Frente de Todos «tiene miedo a la voz del pueblo». ¿Acaso ‘el pueblo’ pide andar resolviéndole la interna al radicalismo en vez de tener salarios dignos? Si algo ha demostrado el radicalismo en los últimos años es su capacidad para evadir cualquier problemática para satisfacer sus ambiciones electoralistas.
