Luego de que se conociera que la empresa TAMSE desviará dos de sus recorridos a raíz de los hechos de violencia que sufren sus choferes, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Córdoba solicitó un refuerzo en las medidas de seguridad.
Según Pablo Farías, secretario adjunto de UTA, si bien la violencia ya viene siendo un hecho del cotidiano en Córdoba, «no se puede usar de justificativo para soportar y menos para normalizar, como está sucediendo en varios sectores».
De acuerdo al gremialista, no está habiendo tantos asaltos a las unidades, pero sí se viven hechos de violencia y vandalismo en distintos barrios de la ciudad, lo cual no solo complica la logística de los recorridos sino que pone en peligro tanto a los trabajadores como a los pasajeros.
Sobre esa línea, desde el gremio se propuso aumentar las penas relacionadas a los delitos contra el servicio de transporte público. En diálogo con Radio Universidad, Farías fustigó: «parece que fuera gratuito subirse a una unidad, pegarle a un trabajador y salir riéndose como si nada».
Otra propuesta que se viene discutiendo hacia dentro de la UTA es la creación de un registro de antecedentes relacionados a este tipo de hechos, a los fines de aplicar un derecho de admisión dentro de los colectivos. Resta ver cómo habría de implementarse esto.
Por su parte, la Policía de Córdoba informó que los operarios del 911 comenzarán a monitorear las cámaras de seguridad de las unidades, aunque el gremio aseveró que esta medida resulta insuficiente.