labores domésticas

La igualdad de género se aprende también en las aulas con cursos y talleres de labores domésticas intercambiables.

El mundo experimenta un cambio en las forma en que se expresa el género humano, una verdadera revolución cultural.

Son las nuevas generaciones quienes reclaman el derecho a la igualdad y la eliminación de las etiquetas sexuales.

El género aparece como una decisión individual y de identificación que no se limita al plano anatómico.

En ese sentido, la propuesta de igualdad de género conduce a reconocernos personas de amplia identidad sexual.

Así, los viejos roles designados para hombres y mujeres están siendo reemplazados paulatinamente.

Atentas a esta realidad, las escuelas empiezan a ofrecer cursos y talleres en donde se aprenden labores domésticas.

Por igual, personas adolescentes lavan, planchan, cocinan y arreglan ropa.

Un nivel más avanzado se enfoca en las reparaciones menores del hogar. Como por ejemplo, cambiar un foco, reparar una cañería que gotea, etc.

Aunque algunos cursos suelen enfocarse en los hombres, en el caso de las labores domésticas, y en las mujeres, como es el caso de las reparaciones, la idea es la misma. Concientizar sobre la igualdad de género.

El objetivo es desterrar el estereotipo de las actividades exclusivas para hombres y mujeres.

Entender que el tiempo es valioso para todos y compartir las tareas del hogar ayuda a equilibrar las obligaciones.

Además, realizando tareas que jamás realizamos puede abrir una puerta que libera el estrés.

Por ejemplo, hay estudios que demuestran la satisfacción que experimentan algunas personal al planchar la ropa.