Reino Unido

El gobierno de Reino Unido anunció la reapertura de la polémica prisión flotante que aloja a 500 migrantes.

La reapertura del Bibby Stockholm, el barco flotante instalado en la isla de Portland, vuelve a generar controversia.

Se trata de una barcaza que contiene 222 habitaciones en donde vivirán 500 personas de origen extranjero.

Hasta que se resuelva la situación legal de cada solicitante de asilo, los migrantes deben permanecer a bordo.

Mientras el gobierno insiste que se trata de una solución efectiva para un problema creciente, las criticas abundan.

Para una buena parte de los británicos, la prisión flotante es un símbolo actual de inhumanidad.

Mientras que en el resto del mundo se cuestiona también el pasado que pesa en los hombros de sus creadores.

La familia de los dueños del Bibby comercializaron a 737 esclavos entre los siglos XVIII y XIX.

A bordo de esa cárcel se cometieron abusos indescriptibles que acompañan al comercio esclavista.

El buque que ahora fue rentado por el Reino Unido es utilizado para resolver el problema migratorio que padece.

Al igual que otros países de Europa, los británicos intentan frenar el ingreso de personas de países ajenos.

Como ejemplo tenemos a Italia o Francia que discuten actualmente políticas migratorias eficientes.

Ahora que el bibby vuelve a funcionar, el desafío consiste en demostrar que las críticas carecen de fundamento.