huevos

La escasez de huevos en Reino Unido desnuda algunos de los problemas que generan los modelos económicos actuales.

Por la falta del vital alimento, las autoridades decretaron un sistema de racionamiento.

Los huevos, uno de los productos más consumidos en el mundo entero, empiezan a escasear en Reino Unido.

En la puerta de los negocios se exhiben carteles en donde se advierte a los clientes sobre la venta limitada del producto.

La inusual medida aparece justo antes de las fiestas navideñas, fecha en que el consumo de huevos se dispara.

A los tradicionales desayunos elaborados a base de huevo se le suma la preferencia por la pastelería decembrina.

De acuerdo a la información proporcionada por los comerciantes, el precio mayorista del producto creció de manera impresionante.

Una caja de 360 huevos que se conseguía a US$25 tres meses atrás, hoy cuesta US$82 en promedio.

Entre las razones que explican el fenómeno se encuentran distintas variantes.

Por el aumento del precio de la carne, los británicos buscan proteínas alternativas baratas.

También se produce un efecto rebote después de que los productores deciden abandonar el negocio por la baja rentabilidad.

Otro factor que incide es el coletazo económico que la guerra entre Rusia y Ucrania genera en el mundo. En el caso de las granjas, el precio de la luz que se utiliza para criar a las gallinas ponedoras está por las nubes.

A todo el combo de infortunios se suman los episodios de gripe aviar que derivó en el sacrificio masivo de gallinas.

Según el balance del gobierno, la falta de huevos será temporal y se extenderá a lo largo de un mes.