Un desacuerdo comercial entre propietarios y fotógrafos derivó en la clausura del Callejón del beso, un legendario lugar de México.
Las autoridades municipales de Guanajuato, México, tapiaron el ingreso peatonal al Callejón del beso.
En el conflicto desatado entre los dueños de los balcones y los fotógrafos que ofrecen sus servicios en el lugar intervino el Estado con una medida salomónica desconcertante.
La difusión de las peleas entre las partes en las redes sociales precipitó el cierre del acceso al lugar.
La importancia cultural del Callejón del beso es enorme por la cantidad de leyendas e historias populares que genera.
Una de las más famosas es la que afirma que todas las parejas que ingresan al callejón deben subir al tercer tercer escalón y besarse para recibir a cambio 15 años de amor y buena suerte. En caso contrario, la pareja está condenada a pasar siete años de mala racha.
Por esas calles estrechas también transitan las peregrinaciones de estudiantes de todo el mundo que asisten durante el Festival Internacional Cervantino. Este evento convoca todos los años desde 1972 a los referentes del arte y la cultura para celebrar las artes escénicas.
La arquitectura de Guanajuato, de calles antiguas y laberínticas, aporta la atmósfera ideal para que el amor construya historias que perduran con el pasar de los tiempos. Fue en ese mismo callejón en donde se forjaron romances y desacuerdos que la tecnología desnuda ahora.
Alejandro Navarro, el alcalde de Guanajuato, tomó la decisión de clausurar el lugar y el castigo afecta a la humanidad entera. Porque el callejón nos pertenece a todos y su cierre trasciende la cuestión económica.
Hasta el momento, las autoridades municipales anunciaron que la decisión se tomó por cuestiones de seguridad pero de manera extraoficial se sabe que el problema tiene que ver con la mala imagen que las peleas publicadas en las redes trasmiten.
