Las repercusiones por la muerte de Diego Armando Maradona crecen tras la publicación de los audios que enviaba el médico Leopoldo Luque.
Mientras Maradona se debatía entre la vida y la muerte, el médico Leopoldo Luque intercambiaba audios con otros colegas.
En uno de ellos, el más escandaloso, se lo escucha decirle a otro colega:
«Si boludo, parece que hizo un paro cardiorrespiratorio. Se va a cagar muriendo el gordo».
Las grabaciones se dieron a conocer en el marco del proceso de investigación por la muerte de Maradona.
El protagonista de los audios es el ex médico de Diego, el doctor Leopoldo Luque.
Todas las grabaciones peritadas se hicieron el día en que el astro del fútbol falleció.
En algunos de los audios entra en escena la psiquiatra de Maradona, Agustina Cosachov.
Ahí, Cosachov relata a Luque los momentos críticos que pasó junto a la enfermera y a la cocinera para reanimarlo.
Agustina también le comenta a Luque el infructuoso trabajo de los paramédicos para sacar a Maradona del paro.
En algún momento de la comunicación, Cosachov afirma:
«Entramos a la pieza y estaba frío, frío. Con toda la circulación marcada. Empezamos a hacer la reanimación y recuperó un poco el tono y, digamos, recuperó un poco de la temperatura corporal. Todo eso más o menos fueron 10 minutos que le hacíamos RCP manual, digamos entre la enfermera, “El Negro”, yo y “Monona” (la cocinera) y después llegó la ambulancia. Ahora están procediendo ellos. No nos dicen cómo está la situación. Yo salí y no me dicen nada».
En respuesta a la situación, Luque comenta:
«Ya está. Hicimos lo que teníamos que hacer, Agustina. Estaba la familia al tanto de todo, todos en comunicación. Son pacientes así, muy difícil. Nada, lo único que te pido es que me avises si se van de ahí y para donde van así yo voy directo. Lógico que si sobrevive. Porque por cómo está el panorama está complicado. Si se quedan en la casa, a veces porque creen que no toleraría un traslado».
A lo largo de todos los intercambios de audio, la psiquiatra recalca la gravedad del caso.
Sin embargo, la ansiedad de Luque se reduce a saber si estaban enojados con él.