Bufanda

La bufanda es el accesorio de moda preferido para el invierno y para todos esos días de bajas temperaturas.

Hay tantas formas de llevarla que basta con observar a nuestro alrededor para verificar tal aseveración.

Al igual que cualquier prenda, las bufandas que usamos dicen mucho de nuestra personalidad.

Desde el color, pasando por la textura hasta llegar a la forma, cada detalle cuenta al momento de analizar lo que nos ponemos.

Con la llegada de las bajas temperaturas, el vestuario incorpora algunas prendas que nos mantienen abrigados.

La gama de accesorios de invierno es amplia y se actualiza con el pasar de los años.

Algunos de ellos, como es el caso de los sombreros o las orejeras, entran y salen de la preferencia del público.

En ese abanico de posibilidades, la bufanda es el accesorio que siempre nos acompaña.

Existen referencias históricas que ubican a la presencia de bufandas tanto en la China como el la Roma antiguas.

Sobre su uso, estamos de acuerdo en su necesaria utilidad pero también refleja una parte de nuestra personalidad.

Empecemos por la más común, la de tipo francesa. Llevar así la bufanda indica que eres una persona que le gusta ir a lo seguro.

En cambio, llevar extendida a los costados significa que eres elegante y te gusta tener el control.

Usar las XXL ofrecen dos interpretaciones, una de ellas es la de querer cubrir las imperfecciones. La otra señal que envía una bufanda enorme es de protección.

Por otro lado, quienes usan bufandas cortas suelen amar la aventura, los riesgos y los deportes.

Quedan otras maneras más de analizar como la de tipo nudo, enrollada al cuello o cruzada dentro de otra prenda que tienen otra interpretación.

Hacer figuras o entramados con la bufanda significa el grado de análisis que realizas en la vida así como la parte creativa que se manifiesta.

¿Cuál de esas formas utilizas?