siestas

Estudios recientes demuestran que las siestas podrían no ser tan saludables como nos contaron nuestros abuelos.

Esta nueva línea de investigación abre un dilema complejo de resolver que genera posiciones a favor y en contra.

Dormir o no dormir la siesta es el enigma de hoy que intentaramos descifrar.

Si eres del team siesta, vale una importante aclaración.

Una siesta no representa un riesgo por si sola. Sin embargo, existen una serie de factores asociados que afectan de manera nociva al cuerpo humano cuando se toman.

El estudio que demuestra que las siestas diurnas reiteradas y prolongadas no son buenas se basa en dos factores.

El primero de ellos es la hipertensión. Cuando dormimos, la presión arterial aumenta por lo que dormir justo después de una comilona es una combinación inadecuada.

Junto a la hipertensión llegan también los accidentes cerebrovasculares.

El estudio que analizó la relación entre las siestas y la hipertensión, al igual que con los ACV, se realizó en Reino Unido.

Los resultados del estudio se publicaron en Science Alert en donde se detalla la población estudiada y las conclusiones.

Como todos sabemos, la hipertensión es una enfermedad, silenciosa en algunos casos, que puede ser mortal.

En el caso de los accidentes cerebrovasculares, los problemas que producen son también peligrosos.

Antes de continuar o suspender las siestas, la recomendación es simple. Una visita regular al médico siempre es la mejor idea.

Conforme crecemos en años, los controles cardiológicos son la mejor herramienta para proteger el corazón y vivir muchos años.