Ecuador

A menos de dos meses de asumir el cargo, el presidente de Ecuador declaró el estado de guerra contra el crimer organizado.

Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín, actual presidente de Ecuador, busca retomar el control de un país en caos.

Tras el ataque comando de un grupo de criminales a un canal de comunicación, Ecuador ingresó a un camino de extema violencia.

La imagen pacífica que proyectaba Ecuador al mundo se derrumbó en un lapso de tres días agitados.

Como por arte de magia, las bandas criminales montaron un espectacular rail delictivo que tiene en jaque al flamante gobierno.

Hasta el momento se han reportado 14 personas muertas y casi 150 policías tomados como rehenes y al menos 329 detenidos.

Conocido el ataque, el presidente Noboa declaró el estado de excepción que derivó en una guerra sin cuartel.

El origen del conflicto arrancó con la fuga de Adolfo Macías, un criminal apodado «Fito» que pertenece a la banda Los Choneros.

Posteriormente, un grupo de jóvenes tomó por asalto un canal de televisión, sembrando el terror en modo entre la población.

A partir de ahí, la violencia en las calles se trasladó a las cárceles lideradas por las bandas narco.

Mientras las fuerzas armadas patrullan las calles de Ecuador, el mundo alineado a Estados Unidos reacciona con muestras de apoyo.

Aunque cuesta pensar cómo pasó Ecuador de ser un país modelo en seguridad a ser el más violento, la realidad es indiscutida.

Saber si estamos ante un modelo ensayado para instalar un nuevo ordenamiento supone también conocer la contraparte.

Por el momento, Daniel Noboa adelantó que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para capturar a los delincuentes.