Ecuador

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, desató un tsunami de críticas tras disolver el Congreso por decreto.

La estrategia del Presidente de Ecuador para evitar el juicio político se apoya en una línea democrática difusa.

Tras disolver el Congreso, Lasso convocó el recurso de la «muerte cruzada» para adelantar las elecciones.

La «muerte cruzada» es un mecanismo que se activa en los momentos en que el país enfrenta una crisis política extrema.

Para Lasso, el juicio político en su contra instalado por la Asamblea Nacional es un motivo para anular el Congreso.

De los 137 congresistas que integran la unicameral, 109 consideran que el mandatario cometió actos de corrupción.

Como respuesta, Lasso buscó el apoyo de las fuerzas armadas y del camuflaje de un autogolpe de Estado.

Mientras las tropas impiden el ingreso al edificio del Parlamento, el Presidente busca la forma de salir airado del problema.

Para calmar los ánimos del pueblo, el mandatario decretó una ley de reforma tributaria.

La idea es fortalecer la economía familiar al aumentar el monto de gastos deducibles anuales hasta 15.294 dólares.

Mientras los decretos avanzan, la oposición empezó a construir los discursos de campaña con miras a la silla presidencial.

Desde el exilio se escucha también el análisis del expresidente Rafael Correa sobre la situación. A Correa no le tiembla la mano al equiparar la disolución del Congreso con un autogolpe de Estado en curso.

Dentro de los próximos 90 días deberá realizarse el proceso de votación fijado en el calendario electoral.