Francia

A casi tres meses de conflicto, los sindicatos de Francia vuelven a las calles en rechazo de la reforma laboral de Emmanuel Macron.

Las protestas se producen tras el reunión fallida entre la ministra Élisabeth Borne y los sindicatos.

Se trata del undécimo intento de los trabajadores por conseguir la anulación de la reforma previsional.

De acuerdo a los cambios estipulados por el proyecto, la edad jubilatoria en Francia aumenta dos años.

En consecuencia, los trabajadores tendrán que aportar a la caja de pensiones hasta los 64 años de edad.

Pese a que la convocatoria lanzada por los trabajadores promete endurecer las exigencias, el gobierno ensaya algunos cambios.

La idea es bajar el tono represor para ganarse la empatia de los ciudadanos y de algunos trabajadores.

Sin embargo, los dirigentes sindicales acusan al gobierno de jugar a dos puntas, dividiendo las opiniones.

Sophie Binet, líder de la CGT (Confederación General del Trabajo), lanzó una declaración contundente.

«Tenemos que ser muy numerosos este jueves y llevar la movilización hasta que el gobierno entienda que no hay otra salida que retirar el texto».

La movilización cuenta con el apoyo de ocho de sindicatos que aglomeran al grueso de los trabajadores en Francia.

A diferencia de la marcha anterior, en esta ocasión funcionarán algunos sistemas de transporte.

Como parte de la protesta, los trabajadores colgaron un cartel en el Arco del Triunfo que reza «64 c’est non» («no a los 64 años).

El enojo por los cambios laborales cuenta también con el apoyo del 70% de la población que se opone a la medida.