Macron

El gobierno francés anuncio un plan que tiene como objetivo frenar la fuerte caída de la natalidad. Las cifras del último censo realizado en Francia confirmó una tendencia que se observa en el mundo entero.

De acuerdo a las estadísticas, la tasa de natalidad en Francia cayó a mínimos históricos.

El número de nacimientos se ubicó en 678.000 bebés, la cifra más baja reportada desde hace casi 80 años. Para revertir la tendencia, el presidente Emanuel Macron anunció un plan de reordenamiento cívico.

La idea apunta directamente a las parejas que retrasan o excluyen la idea de tener hijos. En Francia, como en otros países, son cada vez más las personas cuyos planes a futuro descartan la procreación.

Córdoba Tevé

Dicha decisión excede los límites biológicos, psicológicos y personales.

En la raíz de la decisión se ubican las cuestiones económicas inmediatas y de proyección. Si a eso le añadimos problemas globales como las guerras, el cambio climático, las panaderías y las frágiles economías, la razón se antoja previsible. El plan de Macron -ingenuo en un punto- intenta tapar un enorme agujero con una curita.

En ese sentido, los permisos de paternidad y las extensiones de licencia post parto no resuelven la incertidumbre que enfrentan las nuevas generaciones.

Mientras la población vieja crece, Macron intenta regular el uso de las pantallas móviles, pensando que quizá el deseo de tener un hijo se esconde detrás de una pantalla.