Sin pelos en la lengua, el Papa Francisco se refirió a la Tercera Guerra Mundial en un discurso dirigido a los integrantes del G20.
En el marco de la reunión de los integrantes del G20, el Papa Francisco lanzó un fuerte discurso.
Fiel a su estilo, el máximo pontífice advirtió los peligros que la humanidad enfrenta tras el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Ante los fieles, Francisco lanzó una pregunta que resume el rol humano: qué se puede hacer «frente a esta tercera guerra mundial tan cruel».
También pidió por el pueblo de Ucrania y por el cese de cualquier tipo de conflicto que genere hambre y pobreza.
Las palabras del representante católico llegan en un momento complicado del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania que nos pone al borde de una tercera guerra.
El conflicto recrudeció las viejas diferencias que existen entre Occidente y Oriente.
Gracias a la guerra, los países del mundo buscan la forma de ganar´algún tipo de rédito político y económico.
Sobre este último punto, Francisco hizo un discurso que conecta la relación entre la guerra y la adoración al dinero.
Actualmente, la economía mueve al mundo y a los intereses de las personas que lo habitan.
Es por dinero que muchas guerras empiezan y algunas terminan. Como todo es un negocio, los seres humanos nos convertimos en mercancías.
Experimentamos una moderna esclavitud que nos gobierna la mente de la misma forma que los falsos grilletes a los elefantes.
El Papa ha demostrado con hechos que los cambios profundos afectan siempre al poder dominante. Es por eso que las palabras ausentes de hechos se convierten en sueños.
