La Superintendencia de Salud adelantó que aplicará sanciones a las empresas que apliquen copagos por las prestaciones médicas.
Después de conocerse que las prestadoras de salud empezarán a cobrar copagos del 9%, la Superintendencia salió al cruce.
La Federación de Prestadores de Salud (FAPS) lanzó un comunicado en donde explica la complicada situación que vive el sector.
Tanto las obras sociales como las prepagas refieren no poder afrontar el pago del aumento en las prestaciones.
En consecuencia, la idea es trasladar al afiliado el costo que las prestadoras y prepagas rechazan.
Así, por cada consulta, estudio o prestación, las instituciones de salud cobrarían un copago del 9%.
Estamos hablando de sanatorios, clínicas privadas, hospitales, geriátricos y empresas afines que aplicarían el aumento.
La fecha estimada para llever a cabo el sistema de copagos es el 1 de enero del año próximo.
Conocida la intención de las prestadoras salud, avalada por obras sociales y prepagas, la Superintendencia emitió un comunicado.
En el documento se anticipa el rechazo hacia la implementación del sistema de copagos:
«Desde esta Superintendencia de Servicios de Salud dispondremos lo conducente a fin de aplicar las sanciones correspondientes con todas las herramientas vigentes y aquellas que la autoridad de aplicación defina, a toda entidad que no se encuadre en el ordenamiento de la mencionada disposición conforme al compromiso asumido por las entidades del sector en el acta acuerdo pertinente. De esta forma, resguardamos el derecho de los y las ciudadanas a acceder a los servicios necesarios sin tener que incurrir en el pago directo para ello».
El día de hoy se llevará a cabo una reunión en la que se discutirá el tema y se definirán caminos a seguir.
Mientras tanto, el panorama entre las partes, vista desde afuera, presenta posturas opuestas y de solución compleja.
