En un lapso de seis días, 45 personas murieron en las favelas de Brasil tras diversos enfrentamientos con la policía.
Los distintos operativos implementados en Brasil para combatir el narcotráfico sigue sumando personas muertas.
El combate más reciente se registró en el Complexo de Penha, un grupo de populosas favelas ubicadas en Río de Janeiro.
Producto del enfrentamiento, 10 personas perdieron la vida a manos de la policía militar.
Según las estadísticas, 6.429 personas dejaron de existir en 2022 durante tras desafiar a la policía.
Mientras los operativos continúan, la grieta entre opositores y defensores de la medida crece.
Como muestra tenemos la repercusión que tiene la puesta en marcha de la Operación Escudo desplegada en Sao Paulo.
El asesinato de un joven policía desató la furia de los compañeros que, según datos extraoficiales, hicieron una promesa escalofriante. Los habitantes de la favela en donde vivía Erickson David da Silva, principal sospechoso del asesinato a tiros del policía Patrick Bastos Reis, aseguran que los militares buscan venganza.
En el mientras tanto, el gobernador de Sao Paulo justificó el accionar de los uniformados.
La lucha contra el crimen organizado retomó fuerza en los últimos días por los gobiernos de izquierda y derecha de Brasil.
En las declaraciones oficiales, el relato de los hechos se repite, describiendo el accionar violento de los sospechosos.
Hacia el interior de los partidos políticos, tanto la derecha como la izquierda boricua debate la situación.
Por un lado se ubican quienes observan una falta de derechos humanos y por el otro están quienes desean eliminar a la delincuencia.
