Macron

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reafirmó el decisivo avance del proyecto que reforma la ley jubilatoria.

Pese al rechazo masivo de la impopular medida, el gobierno francés confirma su implementación en seis meses.

En un discurso televisivo, Macron defendió la puesta en marcha de un nuevo régimen jubilatorio en Francia.

Conforme a lo planeado, los trabajadores deberán aportar a la caja de jubilaciones dos años más.

Dentro de la iniciativa se estipula un incremento en la edad mínima para retirarse en todo el país.

Aunque el objetivo de las palabras del mandatario intentan calmar los ánimos, el descontento social crece.

Para los sindicatos, el tema continúa vigente, al igual que la lucha en las calles contra la reforma.

Al rechazo gremial se suma el rechazo de la ciudadanía a la gestión que realiza el gobierno de Macrón.

El oficialismo anunció un pacto que promete negociar mejoras tanto en los ingresos como en las condiciones laborales.

Sin embargo, la grieta del gobierno respecto a la relación con los gremios es inmensa.

Mientras las manifestaciones en la calle se organizan, la ultraderecha toma ventaja para capitalizar poderío.

A pesar de que la reforma previsional es un hecho desde el punto de vista legal, el conflicto social permanece.

La tensión política, económica y social en Francia es tan alta que exige un verdadero acuerdo entre las partes.

Macron dijo haber escuchado la furia del pueblo, sin embargo la ciudadanía reclama acciones y no palabras.