Un 1° de mayo intenso se vivió en Francia tras el brutal enfrentamiento entre las fuerzas policiales y los trabajadores.
Francia encendió la chispa que mantiene vivo el fuego que separa al gobierno de Macron con el pueblo.
Cientos de miles de trabajadores tomaron las calles para repudiar el avance de la reforma laboral impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
Tal como lo anticiparon los sindicatos, la manifestación contó con un alto nivel de acatamiento.
Las movilizaciones se multiplicaron en las principales ciudades del país y con iguales características.
En todas ellas se registraron heridos y personas demoradas por la policía.
De acuerdo a la información proporcionada por los operativos policiales, varios agentes resultaron con heridas varias.
También se contabilizan daños y destrozos contra la propiedad privada y edificios públicos presuntamente realizados por los manifestantes.
En París se lanzaron bombas Molotov que impactaron contra uno de los policías que tuvo que ser trasladado a un servicio de emergencia por quemaduras graves.
Mientras que en la ciudad de Touluse, la policía utilizó autos hidrantes para dispersar a los manifestantes. Ahí también se contabilizan dos uniformados heridos.
En Nantes, otro de los lugares en donde se agruparon miles de manifestantes, 14 personas fueron detenidas.
Pese a que las fuerzas del orden reportaron las cifras de los incidentes, los números que arrojan los sindicatos son otros.
Aunque la policía asegura que la furia proviene de los trabajadores, las imágenes cuentan otra historia.
