Noruega

Noruega se convirtió en el primer país en el mundo en aprobar la explotación de los recursos que se encuentran el mar.

La minería marina, una de las prácticas más controvertidas en el mundo, es ahora una realidad en Noruega.

Esta semana se aprobó un proyecto de ley que autoriza la búsqueda y extracción de metales ubicados en el lecho marino.

Dicha decisión se tomó a pesar de las advertencias científicas que advierten los peligros que la práctica conlleva.

Aunque el plan se limita al suelo noruego, no se descartan acuerdos para explorar las aguas internacionales.

Como promesa, el gobierno indicó que las exploraciones marinas están sujetas a la aprobación ambiental previa.

La idea del proyecto es buscar y encontrar minerales preciosos como el litio, escandio y cobalto, ideales para producir energía verde.

Una vez aprobados los proyectos, las empresas mineras cuentan con 280.000 kilómetros de suelo marino para explotar.

Por las técnicas utilizadas en la minería, las críticas de los ambientalistas no se hicieron esperar.

Dado que Noruega aplica reglas estrictas en cuestiones ambientales, la explotación marina se tomó por algunos como una decisión equivocada.

Esto es así porque un sector de la ciencia reconoce que los daños ambientales que provoca este tipo de minería son irreversibles.

La teoría supone que la extracción de los metales puede terminar con la flora y la fauna marina, vitales para la existencia humana.

También existe la preocupación de que otros países, menos rigurosos en cuestiones ambientales, se suban al furor marino.