Un país fantasma que no existe en términos legales logró infiltrase en dos sesiones organizadas por la ONU.
La Organización de las Naciones Unidas protagonizó un verdadero papelón esta semana por un hecho ocurrido en febrero.
En las imágenes de archivo se constató la presencia de representantes de un país que no existe.
Se trata de los Estados Unidos de Kailasa, una presunto estado soberano fundado en 2019.
Geográficamente, Kailasa se ubica en una isla que legalmente pertenece a Ecuador y que nunca fueron cedidas.
Nithyananda Paramashivam es el autoproclamado líder del país ficticio que logró engañar a las Naciones Unidas.
El país imaginario cuenta con una bandera propia, un banco central, pasaporte y hasta una constitución.
Paramashivam asegura que dos mil millones de hindúes que siguen su religión forman parte de la población de Kailasa.
Para la religión Indú, Kailasa es una montaña sagrada en donde habita el dios Shiva.
Al margen de cualquier conexión mística, la realidad es que la intromisión de Paramashivam en la ONU pone al desnudo algunas irregularidades.
La primera de ellas es el frágil sistema de seguridad dentro de las sesiones organizadas por el organismo internacional.
Cualquier puede, si así lo desea, autoproclamarse dueño del mundo y participar en las decisiones que atañen a todos.
Como dato adicional, se conoció también que Paramashivam está acusado de violación y secuestro.
