Reino Unido

La economía de Reino Unido vive uno de sus peores momentos tras ingresar a una espiral inflacionaria imparable.

Desde que ingresó al Brexit, Reino Unido empezó a mostrar indicios de una inminente recesión.

De acuerdo a las proyecciones que realizan los organismos internacionales, la situación en este país es angustiantes.

Las proyecciones estadísticas indican que el crecimiento actual es nulo y la inflación supera los 10 puntos.

Para colmo de todos los males, el futuro es poco alentador, adicionado con el el descontento social creciente.

En las calles, los trabajadores de transporte y del área de salud empezaron a tomar las calles para manifestarse.

Tanto en los comercios como en la vida diaria se notan los efectos del repliegue de la economía.

Faltan alimentos frescos en las góndolas de los supermercados y el racionamiento de los huevos continúa.

Aunque las autoridades aducen que la falta de frutas y verduras se debe a factores internacionales, la realidad es otra.

Si bien es cierto que la economía mundial afecta a todos, la tormenta pega más duro en los países debilitados.

En el caso de Reino Unido, los precios para comprar o rentar un espacio están fuera del alcance del bolsillo de los trabajadores. Se estima que los precios de la vivienda son los más altos registrados desde los últimos 47 años.

Para el FMI, la vulnerabilidad económica continuará hasta el punto negativo del 0,6% durante todo este año.

La inflación se ubica en el 10%, una de las más altas en todo el mundo. En consecuencia, la recesión y el borde del colapso es una posibilidad que se baraja en diversos sectores.