El tráfico ferroviario de Alemania se encontrará interrumpido por casi una semana por un mega paro.
El sindicato de conductores de trenes lanzó un paro de actividades por 6 días. Se trata de la cuarta protesta del sector desde noviembre pasado contra Deutsche Bahn, la mayor empresa ferroviaria.
La medida de protesta de los trabajadores incluye mejoras salariales y laborales. De las 38 horas trabajadas, los maquinistas reclaman una reducción de 3 horas sin recorte salarial.
Como respuesta, la patronal ofrece jornadas laborales de 37 horas y un aumento para quienes levanten el paro. La promesa de aumento es de 2,7%, un porcentaje poco atractivo para el sindicato.
Un estudio económico asegura que las pérdidas por los seis días de huelga rondarán los cien millones de euros. La cifra incluye las ganancias que reporta el servicio en el traslado de personas y mercancías.
El ministro de Transporte de Alemania, Volker Wissing, afirmó que se trata de una medida que destruye a la economía, y en contraposición, el sindicato reclama una mesa de diálogo para acordar mejoras laborales.
Mientras dure la protesta, el 80% de las líneas de transporte y carga de larga distancia se verán afectadas, así como los países que se ubican en la ruta de los Alpes y los puertos de Holanda y Bélgica.
