A menos de una semana del intento de golpe de estado en Brasil, Jair Bolsonaro reaparece en escena alimentando la tensión social.
Utilizando su mejor estilo de tirar la piedra y esconder la mano, Bolsonaro publicó un polémico video que borró después.
Desde la comodidad que le ofrece su amigo Trump en Florida, el ex presidente de Brasil alienta a sus fieles seguidores.
En las redes sociales circuló un vídeo en el que defiende la idea del fraude electoral.
Aunque las imágenes fueron eliminadas, bastaron para alimentar el fuego que motiva a los bolsonaristas.
Con esta embestida queda clara la intención de continuar con la tarea que no fue concluida.
De manera paralela, la nueva gestión de gobierno avanza en las investigaciones sobre el ataque a la democracia ocurrido el fin de semana pasado.
Tras lo sucedido, cientos de personas quedaron detenidas y se abrió una línea de pericias contra quienes liberaron la zona a los vándalos.
De acuerdo a la información trascendida, la policía identificó un nuevo intento de golpe promovido en las redes sociales.
El nuevo intento coincide con la reaparición de Bolsonaro y de sus ideas conspirativas.
Dentro de su discurso, el ex mandatario insiste en declarar la ilegalidad de las elecciones y en reconocer la derrota.
A su favor se suma un amplio sector de la población radicalizado cuyo único objetivo es impedir el ejercicio de la democracia.
La polarización en Brasil es tan grande que cualquier declaración reaviva el eterno enfrentamiento de dos ideas opuestas de gobierno.
En respuesta por el ataque, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva prometió aplicar todo el peso de la ley.
