Los esfuerzos del oficialismo por sostener el cargo de Sebastián Piñera en la presidencia de Chile dieron sus frutos.
El senado de Chile rechazó anoche el pedido impulsado por la oposición para iniciar el juicio político contra Piñera.
Tras ser mencionado como uno de los políticos que participa en los negocios de los paraísos fiscales, la acusación cobró fuerza.
Desde la oposición armaron una petición para aplicar el juicio político contra Sebastián Piñera.
Sin embargo, el oficialismo se mantuvo unido hasta el punto que la oposición no pudo juntar los 29 votos que necesitaba.
De avanzar la destitución, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, asumiría el cargo de Piñera de manera transitoria.
Posteriormente, el Congreso debería elegir por mayoría a un nuevo representante que termine el mandato.
Pese a que el proceso es el que corresponde para estos casos, la cercanía con las elecciones complica el escenario.
Una transición de corto tiempo, seguida de una elección casi en paralelo fractura aún más a la debilitada política chilena.
El país atraviesa, desde aún antes de la pandemia, un descredito social hacia la política sin precedentes.
En las calles, el pueblo reclamó de manera reiterada a los políticos la falta de representación.
Lo que empezó como un simple reclamo por el aumento del boleto del subte sacó a flote toda la bronca de un país cansado.
Aunque gestión de Piñera carece de apoyo social, la oposición tampoco escapa de la situación.
Las declaraciones de los manifestantes son claras en el sentido de que no existe una voz que los considere.
