Las autoridades de San Francisco implementaron un sistema para frenar los suicidios ocurridos en el Golden Gate.
Desde su creación en 1937, el puente Golde Gate se convirtió en uno de los lugares preferidos para quitarse la vida.
Hasta la fecha, las estadísticas del lugar indican que al menos 2.000 personas se han tirado al vacío.
Para evitar la situación, los familiares de los fallecidos empezaron a reclamar medidas preventivas.
En respuesta, el gobierno ideó la colocación de una malla de contención que mide 2,7 kilómetros de largo.
La idea es reducir la cantidad de muertes en el lugar y desalentar a las personas que recurren a este tipo de actos.
El Golden Gate es uno de los tantos puentes famosos que lideran el ranking de lugares para perder la vida.
De acuerdo a los datos internacionales, una de cada 100 muertes ocurridas en el mundo es por suicidio.
Se trata de un problema de salud pública que por el momento no tiene soluciones efectivas para combatirlo.
La colocación de la malla en el Golden Gate es el claro ejemplo de los intentos por reducir el fenómeno.
Sobre los actos suicidas, los profesionales indican que el motor que los impulsa es complejo y multifactorial.
Los motivos de quienes se quitan la vida son tan diversos que impiden crear estrategias efectivas para atacarlos.
Entre ellos podemos mencionar cuestiones fisiológicas, mentales, emocionales, económicas, sociales, etc.
