Trump

Un nuevo sincericidio de Donald Trump puso en juego la credibilidad del gobierno de Estados Unidos en la resolución de conflictos.

Dicen que el pez por la boca muere pero en el caso de Trump parece funcionar a la inversa.

El controvertido ex presidente del país más poderoso de mundo lanzó una escandalosa declaración.

Para denostar al actual gobierno, Trump no tuvo mejor idea que utilizar como ejemplo a Venezuela.

Según sus palabras, la gestión de Biden carece de la fuerza necesaria para enfrentar a Nicolás Maduro.

Durante su discurso, Donald hizo un repaso del plan que puso en marcha durante su mandato para vencer a los chavistas.

Sin pelos en la lengua, confesó que hizo falta tiempo para que Estados Unidos consiguiera su principal objetivo: quedarse con el petróleo de Venezuela.

La ligereza de las afirmaciones expresadas por el actual candidato a ocupar la Casa Blanca llegaron a un punto extremo.

Para Trump, Estados Unidos permite que un dictador, en este caso Nicolás Maduro, acumule riqueza con un recurso ajeno (el petróleo).

Tal como se esperaba, la respuesta del lado venezolano no tardó en llegar.

Al rechazo de los exabruptos se sumaron quienes se oponen a las ideas imperialistas que promueve la extrema derecha.

Tras las declaraciones se produjo un intercambio intenso de comentarios entre aliados y detractores.

Pese a la gravedad del asunto, tanto el gobierno de Maduro como el de Biden mantienen un tenso silencio que puede romperse con el pasar de las horas.