Francia

El gobierno de Francia emitió un decreto que cambia la forma en que tratan las denuncias por acoso escolar.

Bajo las nuevas disposiciones, el acosador deberá afrontar todo el peso de la normativa que castiga la violencia.

Gabriel Attal, ministro de Educación de Francia, confirmó el cambio de enfoque de este nuevo decreto.

El documento fue promulgado esta semana con el objetivo de preservar la integridad de las víctimas de acoso escolar.

A partir de ahora, los alumnos identificados como acosadores serán trasladados a otras instituciones.

El cambio de enfoque incluye también sanciones a los alumnos ciberacosadores que se esconden en las redes sociales.

La idea es desterrar de una buena vez los incidentes violentos relacionados al ámbito escolar.

A nivel mundial, alrededor de 130 millones de alumnos adolescentes sufren algún tipo de acoso.

De acuerdo a las estadísticas francesas, el 6,7% de los alumnos que asisten al secundario vivieron hasta 5 hechos de acoso durante 2022.

En la memoria se encuentra fresco el recuerdo de Lindsay, una adolescente que se quitó la vida a consecuencia del bullying.

Desde marzo del año pasado, el acoso escolar se convirtió en un delito que puede ser castigado con 10 años de cárcel. También se prevén multas de 150.000 euros si la víctima comete o intenta suicidio.

En el país también se habilitó dos línea de ayuda que cuentan con un grupo de profesionales que asisten a las víctimas.

Pese a que las medidas fueron celebradas por muchos, el camino para resolver el problema aún es largo. Trasladar el peso del castigo de víctimas a victimarios no hace desaparecer la violencia.

Si la tendencia continúa, dentro de poco no habrá escuelas suficientes que contengan a los victimarios. Tampoco habrá familias y sociedades que encuentren la forma de lidiar con la verdadera raíz del problema.