huelga

Empleados de tres de las grandes empresas fabricantes de autos de EE.UU. lanzaron una huelga automotriz sin precedentes.

La medida de fuerza se aplica en las plantas de automóviles de los estados de Misuri, Ohio y Michigan.

Shawn Fain, presidente del sindicato United Auto Workers, advirtió que la huelga podría extenderse en el tiempo.

El reclamo de los trabajadores tiene que ver con la caída de los sueldos frente a la inflación.

Pese a que el el nivel de acatamiento afecta menos del 10% del sindicato, el paro puede intensificarse.

Hasta el momento, las negociaciones entre las empresas automotrices y el gremio están lejos de llegar a un acuerdo.

Mientras los empleados exigen un aumento del 40%, los empresarios están dispuestos a otorgar solamente el 21%.

En un comunicado lanzado por el sindicato quedó claro que los empleados desean el mismo aumento que recibieron los directivos.

La huelga cuenta con el respaldo del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris.

Ambos se manifestaron en las redes sociales a favor de las buenas condiciones económicas de los trabajadores del sector.

El paro arrancó el viernes pasado bajo una modalidad parcial con la posibilidad de paralizar la producción.

Para los trabajadores, la recomposición salarial arrastra décadas de olvido imposibles de soportar en la actualidad.

El presidente del sindicato señaló que las ganancias obtenidas por las automotrices es alta y permite responder a los reclamos.