tritones

Una tribu nómada contiene la clave para demostrar de manera científica el lazo que une a los humanos con los tritones.

En la mitología griega, Tritón es el dios que domina los mares del mundo, hijo de Poseidón y Anfitrite.

Muchos de los rastros que la humanidad dejó en el pasado poseen raíces marinas que la ciencia intenta demostrar.

Tanto en los fenicios como en los vikingos podemos encontrar indicios de la fuerte relación que la humanidad sostiene con el agua.

Peros si aventuramos teorías de mayor complejidad, la Atlántida sumergida aparece como el eslabón que puede aportar respuestas.

En la actualidad, la ciencia encontró evidencias que aportan datos concretos de la conexión que tenemos con el mar.

Una tribu que vive en Filipinas, Malasia e Indonesia son, quizá los tritones atlantes que la ciencia tanto se afanó en descubrir.

Se hacen llamar Bajau, son nómadas y cuentan con una mutación genética que les permite sumergirse en el agua por 13 minutos.

Los Bajau viven sobre casas construidas sobre el agua y comen los productos que el mar ofrece.

Desde pequeños, los integrantes de la tribu pasan 8 horas de su vida bajo las aguas, explorando el fondo del mar.

Para conocer qué hace especial a los Bajau, un grupo de científicos realizó una serie de pruebas que aportaron datos significativos.

De acuerdo a los resultados de las pruebas, el bazo del grupo estudiado tiene el doble del tamaño que el resto de las personas.

Esto es así gracias a un salto evolutivo que la tribu experimentó tras años de conexión natural bajo condiciones extremas.

El bazo es un órgano que se encarga de controla la cantidad de sangre y líquidos dentro del cuerpo.

Además del bazo, también se demostró que la tribu cuenta con fortalezas físicas que adquieren gracias al entrenamiento diario bajo el agua.

Según los científicos, el estudio de los Bajau es de vital importancia para conocer la potencialidad humana. Otro de los usos inmediatos que de los resultados es el estudio profundo de la falta de oxígeno en nuestra especie.