El nuevo régimen militar de Níger ordenó la expulsión de su territorio a los embajadores de cuatro países.
Las embajadas de Estados Unidos, Francia, Alemania y Nigeria radicadas en Níger fueron invitadas a retirarse.
La junta militar instaurada desde el 26 de julio en Níger tras golpe de estado ordeno la expulsión de cuatro embajadores.
Como respuesta, el gobierno de Francia anunció que desconocerá la medida, desconociendo a los golpistas.
Sylvain Itte, embajador de Francia en Níger, tiene un plazo de 48 horas para abandonar el país. La orden fue dada a conocer por el gobierno de facto.
Sin embargo, la resistencia francesa desafía a la junta y pide la liberación inmediata de Mohamed Bazoum, mandatario depuesto.
La respuesta de Francia fue entendida por el nuevo gobierno como una extensión del colonialismo.
Níger se debate entre fuertes presiones provenientes desde la Unión Europea y una masiva adhesión civil hacia los militares.
Mientras la crisis en el país amenaza con romper la frágil frontera con la guerra, la lucha por los recursos es evidente.
Níger es rico en Uranio, produce el 5% del total que se utiliza en el mundo entero y es el principal proveedor de Europa.
En términos geopolíticos, la inestabilidad de este país africano entra en la pulseada entre Oriente y Occidente.
Algunos analistas afirman que el golpe de Estado en Níger responde a los planes de Rusia para consolidar su poder en África.
Otros tantos se inclinan a pensar que la misma resistencia Francesa es la cara occidental de la misma moneda.
