Nuevo muro del Bulevar Illia

Mientras que la Municipalidad realiza las obras sobre los alrededores del Mercado Sud, como parte de su propuesta de revitalizar (de una vez por todas) el centro de la capital cordobesa, fueron surgiendo algunas voces contrarias a estos trabajos, o por lo menos a un aspecto de ellos.

Si bien la única oposición a las obras a los costados del mercado tiene que ver con las complicaciones que generaría al tránsito y a los comerciantes, la idea de demoler el muro divisor del Bulevar Illia abre un debate interesante.

El mismo fue iniciado por el arquitecto Jorge Betoli, quien expresó su preocupación y rechazo a la iniciativa del Ejecutivo Municipal, al considerar que el mismo está atentando contra el patrimonio histórico de la ciudad.

Pero antes, un poco de historia

El cantero central del Bulevar Illia (en aquel entonces conocido como Bulevar Junín) fue hecho en 1939, durante la intendencia de Donato Latella Frías.

Este muro nació al unísono con el Himno al Sol y el Mercado Sud, a modo de contar con algún tipo de estructura que brindara contención (en términos geográficos) a la flamante estructura.

Dicha obra formó parte del plan de modernización de la capital cordobesa, una serie faraónica de trabajos que transformaron a la vieja ciudad colonial en la urbe industrial que luego se cristalizaría a partir de los años 40.

La obra se mantuvo como un ícono de la ciudad, hasta el auge inmobiliario de Nueva Córdoba en los años 80. De repente, el muro era tan solo un accesorio de los imponentes edificios que se erigían sobre el Bulevar. Entre 1989-1993, con la aparición de los shoppings y la expansión del barrio anteriormente mencionado, el muro quedó como una especie de «frontera» que separaba al viejo centro de la nueva ciudad.

Incluso hoy en día esta idea de «frontera» cobra fuerza. Esto puede apreciarse cualquier viernes a las 23hs: Mientras que los bares de la calle Buenos Aires (en dirección a Nueva Córdoba) se muestran rebosantes de gente, sonidos y luces; la misma calle del lado del Mercado Sud muestra una densidad de un peatón cada media hora.

Peatonal de Córdoba
Instantánea de la vida nocturna en la Peatonal, años 70.

Sin mencionar, por cierto, que lo mismo ocurre en el casco histórico de la ciudad. En la Peatonal, donde hace 40 años atrás había una vida nocturna importante, hoy en día es apenas un espacio de tránsito y no de reunión.

Progreso

Volviendo a la «frontera», la iniciativa de la Municipalidad implica una reestructuración del centro, evitar que el mismo quede vacío a partir de las 21hs. Las propuestas de embellecimiento del centro apuntan a esto mismo, y de hecho han logrado demostrar cierto éxito: La súpermanzana que comprende al Paseo Sobremonte y a la Plaza de la Intendencia transformaron a las sombrías plazas en dos lugares extremadamente populares para los jóvenes, quienes las habitan todo el día y noche.

Aún así, queda todavía ver qué hacer con el casco histórico y la Peatonal.

En su proyecto, esta instancia del Plan de Recuperación del Área Central plantea la necesidad de modernizar la infraestructura existente, bajo el objetivo de mejorar la comunicación y vinculación peatonal entre Nueva Córdoba y el Centro. De nuevo, se incurre en estos paralelismos entre lo viejo y lo nuevo.

Entre los trabajos, se prevé la construcción de una escalinata de 851 metros cuadrados, conformada por una escalera, una rampa para personas discapacitadas, gradas para que los vecinos puedan sentarse y canteros con vegetación.

Esto, en tanto, implica la demolición del viejo muro. Si bien desde el Municipio se da a entender que esto sólo se aplicaría al sector comprendido entre Buenos Aires e Ituzaingó, existe una (muy palpable) posibilidad de que esta nueva y moderna estructura reemplace a la totalidad del muro.

banner youtube

Patrimonio

En tanto, el proyecto ya cuenta con sus voces disidentes, y cuyos argumentos son igual de sólidos que los de la gestión de Martín Llaryora para llevar a cabo estos trabajos.

El ya mencionado Betoli, en diálogo con Radio Universidad, comentó que la iniciativa del Ejecutivo Municipal incurre en un atentado contra el patrimonio histórico de la ciudad, sumado al hecho de que también se estaría violando la Ordenanza 12.700 (sancionada en el 2017 y que modifica a la Ordenanza 12.202 del 2007) y la Ley 25.743, de Patrimonio Arqueológico.

Desde el plano municipal, la ordenanza establece la protección y conservación de aquellos edificios u elementos que sean de carácter histórico relevante para la ciudad, estableciendo «niveles de protección» según el tipo de inmueble que se trate.

En el caso puntual del muro, este cae en una especie de gris entre los niveles «E» y «F»: El primero dado que se trata de una edificación que «testimonia el desarrollo de la ciudad», y el segundo al tratarse de un «tramo o conjunto de diversas escalas y características (…) definido en función de sus características paisajísticas, ambientales, históricas y o funcionales (…)». Claramente esta obra recae sobre ambos sectores, atestiguando el desarrollo de la ciudad y teniendo un propósito concreto en términos de desarrollo urbano y paisajístico.

Precisamente Betoli asevera en la entrevista que la obra original encabezada por Latella Frías comprendía también la colocación de un ecléctico arbolado, el cual fue desapareciendo paulatinamente con el paso de las décadas.

En tanto, la Ley de Patrimonio Arqueológico establece la protección de aquellos espacios donde se realizaron hallazgos de esta índole. De acuerdo al arquitecto, la zona del Mercado Sud formó parte originalmente de una huerta franciscana. Esto ya protege a dicha manzana bajo los efectos de la legislación nacional.

«Creo que la modificación no aporta nada, (…) Córdoba es lo que es por su patrimonio histórico (…) Hay una ordenanza de patrimonio del casco histórico que hay que verla y respetarla»

Jorge Betoli – Arquitecto

La entrevista con el arquitecto puede escucharse en su totalidad aquí:

https://soundcloud.com/cba24ntv/muro-frente-al-mercado-sud?utm_source=clipboard&utm_medium=text&utm_campaign=social_sharing

Sobre los grises

Aún así, he aquí un pequeño detalle a tener en cuenta, si bien la Ordenanza 12.700 establece al muro como un espacio protegido, la Municipalidad posee la potestad (siendo esta dueña de la edificación) de demolerla a los propósitos de mejorar y/o modernizar la infraestructura vial, paisajística y fitosanitaria de la ciudad.

En su texto, la normativa establece que los inmuebles de clasificación «E» pueden ser demolidos y reemplazados por obras nuevas siempre y cuando se lleve a cabo un registro -preferentemente fotográfico- de la obra en cuestión, la cual atestigüe su existencia y la transformación que efectuó sobre el tejido urbano:

«(…) Siendo factible su sustitución en función de condiciones referidas a regulación urbanística general (…).

Conservación documentaria, que implica la elaboración de una memoria histórica del edificio incluyendo gráficos y fotos a fin de documentar las diferentes etapas del crecimiento de la ciudad (…). En la construcción nueva se deberá incluír un panel gráfico/fotográfico y escrito con información histórica del inmueble sustituído.»

Texto de la Ordenanza 12.700. Artículo 2, inciso e.1

La nueva obra, que prevé la utilización de materiales modernos (a diferencia de la piedra canteada), podría llevarse a cabo sin mucho inconveniente en la medida en que se documente la obra anterior y se coloque dicha placa.

En tanto, el debate continúa en redes sociales, con voces a favor y en contra; mientras que la ciudad vuelve a estar sumida en ciertas dicotomías ya vividas por otras gestiones municipales: Patrimonio vs. Progreso.