Nueva York

Nueva York empezó a hundirse y los expertos en geología advierten la probabilidad del avance del agua sobre los edificios.

El peso de los rascacielos de Nueva York empezó a causar mella en el suelo arcilloso del lugar.

La Gran Manzana compuesta por más de un millón de edificios empezó a mostrar filtraciones de agua.

Aunque el problema es leve por el momento, las proyecciones muestran un futuro que debería preocupar a los desarrollistas.

El primer rascacielos emplazado en el lugar ocurrió a finales del siglo XIX y ahora las megaconstrucciones superan el millón.

Queens, Bajo Manhattan y Brookling son los tres distritos más afectados por las filtraciones. En esos lugares, los sótanos de algunas propiedades empezaron a inundarse.

Los geólogos creen que el número creciente de estructuras y el peso de las mismas presionan la tierra.

De acuerdo a un estudio publicado en la revista Earth´s Future, cada edificio añade 760 millones de peso al suelo.

La presión es tanta que la ciudad se hunde entre uno y dos milímetros cada año.

Mientras la tierra arcillosa de Nueva York se hunde, el nivel del mar sube, creando un verdadero problema.

En la Gran Manzana viven alrededor de 8,4 millones de personas y el crecimiento demográfico parece no detenerse.

Las zonas consideradas residenciales empezaron a gentrificarse, acelerando el proceso de sumersión.

Al problema se suman factores ambientales como los huracanes y el calentamiento global que modifican el comportamiento del agua.