El gobierno de Israel desplegó el sofisticado domo de hierro antimisiles para repeler los ataques de Hamás.
Un ataque sorpresa del grupo palestino Hamás logró evadir el sistema de defensa aérea del territorio israelita.
El pasado 7 de octubre, Hamás puso en marcha un ataque sorpresa contra Israel por aire, mar y tierra.
En la denominada Tormenta Al-Aqsa, Hamás inauguró el ataque con el lanzamiento de más de 3.000 misiles simultáneos.
Algunos de los proyectiles lograron romper la barrera del sistema de defensa aéreo conocido como domo de hierro.
Dicho sistema nació en 1986 tras la firma de un acuerdo militar entre Estados Unidos e Israel.
En esa ocasión, el objetivo fue crear un escudo para repeler los ataques del grupo islamista libanés Hezbolá.
Tres décadas después, el operativo Tormenta Al-Aqsa, Hamás pone a prueba una de las mayores debilidades del escudo.
Según los especialistas en el tema, el domo posee una efectividad del 90% y no resiste ataques múltiples.
Tras el ataque, las críticas apuntan hacia quienes no pudieron anticipar lo que sucedería.
En los cuestionamientos también se incluye la falta de un plan B que compense el 10% del fallo del domo.
La cúpula de hierro detecta los misiles y después de calcular el punto de impacto, intercepta el cohete y lo destruye.
Cuando el sistema detecta que el impacto será en una zona sin presencia humana, la defensa se anula.
