Portugal puso en marcha la prueba piloto del proyecto que reduce la jornada laboral semanal a cuatro días.
Los trabajadores que participan en el ensayo confirman la serie de beneficios impulsados por la medida.
Tanto los niveles de ansiedad como los episodios de insomnio se redujeron así como los conflictos familiares.
En la prueba piloto que reduce la jornada laboral participan 41 empresas y cerca de 1.000 empleados.
Tras algunos meses de su puesta en marcha, la valoración sobre la efectividad del proyecto arrojó datos interesantes.
Los indicadores de la población estudiada muestran mejoras significativas en la salud mental.
También se midió el agotamiento y los niveles de ansiedad de los trabajadores con jornada laboral reducida.
En la evaluación solicitada por el gobierno portugués también se incluye a las empresas participantes.
La idea es confirmar la efectividad de una propuesta nueva de organizar el trabajo que se desarrolla en las empresas.
Una de las características del proyecto es que el día laboral excluido es variable, siendo los viernes y lunes los más elegidos.
Entre los indicadores evaluados se encuentran la fatiga, ansiedad, insomnio, depresión y soledad.
Tomando como base la muestra estudiada, el 85% de ellos confirmó la disminución de alguno de al menos uno de los indicadores.
Los trabajadores encuestrados conforman una muestra de 200 personas en donde la mayoría son mujeres.
