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Al menos un millar de policías de Londres están en la mira tras una investigación por violencia, racismo y homofobia.

Un informe oficial publicado en marzo de 2021 calificó a la policía de Londres como racista, homofóbica y misógina.

El balance surgió tras investigar el secuestro, violación y asesinato de una mujer a manos de un agente policial.

La joven británica Sarah Everard fue la víctima y Wayne Couzens, agente de la Policía Metropolitana (Met), el victimario

En ese momento, 16 uniformados más ingresaron la lista de las personas acusadas por abuso sexual.

También se abrió un proceso de investigación del historial de los oficiales que integran las distintas comisarías.

Los primero resultados arrojaron que algunos de ellos fueron denunciados por conductas inapropiadas.

Violencia de género, violación de menores y hasta la creación de una aplicación que acosaba a exparejas son algunos de los delitos.

También se comprobó que algunos enviaban imágenes sexuales a menores y uno de ellos compartía fotos de mujeres muertas.

Otros dos policías se dedicaban a grabar y tomar fotos de mujeres mientras permanecían en el baño.

Pese a las pruebas, muchos de ellos recibieron penas leves como suspensiones sin goce de sueldo.

Dos años después y con una base solida de evidencias, los directivos del Met tomaron una drástica decisión.

En un lapso de dos años, cada mes se despedirán a 60 de los policías cuestionados por racismo, homofobia y misoginia.