En respuesta a las ideas antidemocráticas del presidente Jair Bolsonaro, apareció un manifiesto en su contra que ronda el millón de firmas.
La campaña electoral previa a las elecciones presidenciales en Brasil está al rojo vivo.
Como parte de la contienda, los opositores a las ideas bolsonaristas lanzaron un manifiesto en defensa de la democracia.
El documento surge después de que Bolsonaro denunciara un presunto fraude electoral, agitando el fantasma golpista.
Sin nombrar al actual presidente pero haciendo alusión a todas las acusaciones expresadas por él, el documento rechaza:
“ataques infundados y ausentes de pruebas que cuestionan el rigor del proceso electoral y el Estado Democrático de Derecho tan duramente conquistado por la sociedad brasileña”
Para sorpresa de todos, el manifiesto cuenta con la aceptación de quienes se pensaba pertenecen al núcleo duro del bolsonarismo.
Entre los firmantes podemos encontrar a jueces, empresarios, artistas, activistas y ciudadanos que pertenecen tanto a derecha como a la izquierda.
La lectura del manifiesto brindó una postal poco antes vista en el país de personajes, históricamente enfrentados, unidos en una misma causa.
Fue la reunión que Bolsonaro mantuvo con embajadores extranjeros en julio la gota que desbordó una marejada en su contra.
Un aspecto que llama la atención es las semejanzas entre el relato de Bolsonaro y el que expresó Trump antes de terminar su mandato.
Para ambos, las instituciones electorales manipulan los resultados, favoreciendo siempre a sus opositores.
Dado que las denuncias surgen durante el gobierno de ambos, las criticas y reacciones adversas surgen de manera espontánea.
Sobre el manifiesto, los analistas coinciden en que su incidencia en el resultado de las elecciones es aún bajo.
Si bien es cierto que la intención de voto para Lula Da Silva, principal opositor, es alta, el crecimiento se encuentra en una meseta.
En contraparte, Bolsonaro crece de a poco, enfocando su campaña entre los más vulnerables, ofreciendo subsidios y ayudas.
