Uruguay

La crisis hídrica en Uruguay es la postal anticipada del futuro que nos espera a todos los seres humanos del planeta.

De acuerdo a las proyecciones de ese país, en los primeros días de julio se terminarán las reservas de agua potable.

Por la falta de lluvias, una pésima gestión del recurso y nulas inversiones, el vital líquido desapareció.

Las reservas del dique Paso Severino, encargado del abastecimiento del 60% de la población, llegó al mínimo histórico.

Edgardo Ortuño, director de la empresa estatal de aguas (OSE), aseguró que existen reservas para menos de 20 días.

El agua dulce de la represa empezó a mezclarse con la proveniente del Río de la Plata, altamente salinizada.

Tomar mate, una de las prácticas culturales indispensables para los uruguayos se convirtió en un verdadero martirio.

Esto es así porque el agua que proviene de la canilla contiene el doble de la cantidad de sodio permitida.

Tras la crisis hídrica también se limitó la compra de agua embotellada por grupo familiar.

En los supermercados, las distintas empresas que comercializan el producto aplicaron aumentos que rondan el 30%.

Al margen de la cuestión del mate, el agua salada afecta tanto a la salud como al agro y a las empresas alimentarias.

Hasta el momento, el gobierno de Luis Lacalle Pou, se manifiesta incapaz de encontrar una solución al problema.

La única esperanza es un proyecto de inversión privada cuyo objetivo es recolectar agua del Río de la Plata.

El proyecto conocido como Neptuno comenzaría el año que viene y se encuentra en proceso de licitación.